1. Mantener limpias las superficies: Como los alimentos se contaminan fácilmente, conviene mantener perfectamente limpias todas las superficies utilizadas para prepararlos.
2. Separar los alimentos crudos de los cocinados: Un alimento bien cocinado puede contaminarse si tiene el más mínimo contacto con alimentos crudos.
3. Cocinar completamente: Muchos alimentos crudos (en particular, los pollos, la carne, la leche no pasteurizada) están a menudo contaminados por agentes patógenos. Estos pueden eliminarse si se cocina bien el alimento.
4. Mantener los alimentos a temperaturas seguras: Un error muy común al que se deben incontables casos de intoxicación alimentaria es colocar en el refrigerador una cantidad excesiva de alimentos calientes.
5. Usar agua y materias primas inocuas: El agua pura es tan importante para preparar los alimentos como para beber
Datos de la OMS indican que sólo un pequeño número de factores relacionados con la manipulación de alimentos son responsables de una gran proporción de los episodios de enfermedades transmitidas por los alimentos en todo el mundo
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